Diariamente muchas personas manifiestan tener problemas de metabolismo asociados con su peso corporal y eso se hace evidente precisamente porque es muy común escuchar algunas expresiones tales como “yo como todo lo que quiero, pero no subo de peso porque tengo un buen metabolismo” o “subo de peso con mucha facilidad porque definitivamente mi metabolismo es muy lento”, sin embargo, ¿tenemos clara la relación entre el metabolismo y el control del peso?, ¿Cuál es la relación entre las hormonas tiroideas y la obesidad?
Para entender un poco más acerca de la relación entre el metabolismo, las hormonas tiroideas y el incremento de peso, vamos a hablar acerca del hipotiroidismo. El hipotiroidismo es una situación clínica caracterizada por un déficit de secreción de hormonas tiroideas denominadas T3 y T4. Estas hormonas a su vez están controladas por otra hormona sintetizada por la hipófisis llamada TSH u hormona estimulante del tiroides.
Dentro de los síntomas del hipotiroidismo se pueden citar: aumento de peso, disminución de la memoria, enlentecimiento del lenguaje, inflamación de manos, pies y cara, estreñimiento, caída del cabello, alteraciones menstruales, intolerancia al frio, entre muchos otros.
Las hormonas tiroideas bajas, favorecen un metabolismo lento relacionado con el incremento en el peso, sin embargo, raramente es la causa de un incremento masivo de peso. El principal motivo por el cual los pacientes con hipotiroidismo suelen presentar incremento de peso es la retención de agua y sal (no de grasa) que puede generar una ganancia entre 2 y 5 kilos. De allí la importancia entender que la grasa acumulada durante años en las personas con sobrepeso no es generada únicamente por las hormonas tiroideas y por eso no necesariamente la corrección del hipotiroidismo corrige la obesidad.
Si una persona padece hipotiroidismo debe recibir tratamiento guiado por un endocrinólogo para determinar el tipo de medicamento, dosis y seguimiento que se le debe dar, sin embargo , se recomienda adicionalmente mantener una buena digestión (consumir alimentos con fibra), procurar una buena sudoración (incrementar la ingesta de agua) y desarrollar una adecuada respiración (hacer ejercicio), para que las reacciones metabólicas ayuden a controlar tu peso y a obtener mejores resultados.