Los principios generales para el diagnóstico y el tratamiento de las vaginitis incluyen:
- Antes de iniciar la terapia farmacológica, y dada la naturaleza inespecífica de los síntomas, la documentación de la causa de la vaginitis mediante los métodos de laboratorio es obligatoria;
- Las pruebas de diagnósticos permiten un tratamiento específico, aumentan el cumplimiento terapéutico y la probabilidad de notificación a las parejas sexuales;
- La terapia de tratamiento empírica, basada en la historia y el examen físico, debe evitarse, debido al subdiagnostico y al uso de terapia farmacológica inadecuada. Es importante recordar que entre el 25% y 40% de las pacientes no se logra identificar la causa especifica de la vaginitis (vaginitis de origen no infecciosa).
La combinación de síntomas, exploración física, determinación del ph del fluido vaginal, el examen microscópico y la prueba de aminas tiene una sensibilidad y especificidad de: 81% y 70%, para el diagnóstico de la vaginosis bacteriana; 85% y 100%, para la vaginitis por cándida, y 85% y 100%, para tricomoniasis, respectivamente, comparados con la prueba estándar de ADN.
Con relación al abordaje terapéutico, varias de las guías de practica clínica recomiendan tratamientos específicos para cada tipo de vaginitis, planteando unos esquemas farmacológicos de tratamiento inicial, un tratamiento alternativo, tratamiento para las pacientes en embarazo y para las recurrencias. El uso de dos medicamentos, simultáneamente, está recomendado en el caso en que se demuestre infección relacionada con otro patógeno.
En los casos de las infecciones vaginales mixtas, los gérmenes patógenos diagnosticados requieren cada uno de una terapia específica para la erradicación completa de las manifestaciones concurrentes.
En el momento de abordar el tratamiento de la infección vaginal mixta, es importante considerar la clasificación del tipo de infección:
- Independiente: las dos infecciones aparecen juntas solo por casualidad. La presencia de una no afecta el riesgo de obtener la otra. Los signos y síntomas de cada uno aparecen y se requiere tratamiento para cada uno de los gérmenes implicados.
- Dependiente: las dos infecciones se afectan positiva o negativamente debido a) riesgo de adquisición (directamente como parte ecología subyacente o mecanismos biológicos); b) presentación clínica (signos y síntomas, que predominan para un tipo de infección y no para el otro); 3) tratamiento (el tratamiento de una aumenta el riesgo de la presencia de la otra); 4) secuelas potenciales.
Los objetivos del tratamiento de la vaginitis se orientan a mejorar los síntomas, evitar la recurrencia y las complicaciones asociadas a la presencia de la infección.